¿Por qué no dejamos de engañarnos?
El juego se ha acabado.
acabado,
acabado.
Ni buen tiempo ni mal tiempo,
no hay ningún tipo de tiempo,
solamente el New York Times,
sentado en el alféizar
cerca de las flores.
Podríamos estar separados,
pero no merece la pena
dormimos separados
y dejamos caer una sonrisa al encontramos en el vestíbulo
Pero no hay risas
porque nos reímos de todo
Y nos reímos de todo
en un corto espacio de tiempo.
El tiempo
Taladra mi frente
colgando de mi espejo
agitando las tazas de té.
y me pregunto
¿cuánto tiempo podremos estar así?
Somos sólo un hábito,
como la sacarina,
y habitualmente siento una especie de tristeza.
Pero cada vez que trato
dejarte con el pensamiento,
me detengo...
Me detengo y pienso que todo se ha acabado.