El pasado miércoles 26 los medios de comunicación anunciaban que el estadounidense Colin O´Brady se había convertido en el primer hombre en cruzar en solitario la costa de la Antártida. Tardó 53 días y recorrió 1482 Kilómetros (921 millas).
Contó que llevaba consigo para la expedición el aclamado álbum Graceland para escucharlo en sus largas caminatas y llegó a contar que pasó escuchando un día entero el álbum, repitiéndolo y cantándolo por todo lo alto en la inmensidad de la Antártida donde nadie podría escucharlo.
Lo que sale hoy a la luz es que durante su travesía, recibió una llamada a su teléfono satélite para hablar con el mismísimo Paul Simon, que se había interesado mucho por la expedición de esta persona y el hecho de que llevara su álbum Graceland para escucharlo.
Simon explicó lo siguiente en su Facebook:
<<El jueves pasado (20 de diciembre) por la noche tuve una conversación extraordinaria con un hombre en la Antártida. Caminaba sin compañía por todo el continente, arrastrando un trineo de 300 libras que contenía su equipo de campaña, comida y suministros. La primera vez que oí hablar de Colin O'Brady fue hace unas semanas, cuando un amigo me dijo que un hombre estaba haciendo el primer viaje en solitario a través de la Antártida y que había escuchado mi álbum, Graceland, durante un día entero. Me puse en contacto con su familia tras leer un artículo en The New York Times sobre la misión de O'Brady, y su esposa estableció una conversación telefónica por satélite entre nosotros. Eran las 10:30 de la noche en su zona y las 8:30 de la tarde en la costa este, donde yo vivo. La principal diferencia era que Colin vivía a la luz del sol las 24 horas del día, y fuera de nuestra casa a esa hora ya estaba oscuro.
Le pregunté sobre el paisaje: completamente blanco y sin marcas visibles. Estaba subiendo a una altura de 8,000 pies. Se encontraba casi a la mitad de su arduo viaje. Le pregunté si se sentía solo, en aquel desolado paisaje sin compañía. Dijo que hablaba con su esposa, Jenna, todas las noches. También me dijo que no se sentía solo y que tenía mucho tiempo para pensar en todo tipo de asuntos, desde lo mundano a lo espiritual (más tiempo últimamente en lo espiritual). O'Brady tiene 33 años y se graduó en Yale, un experimentado atleta de resistencia y aventurero. Prometimos encontrarnos cuando regrese a casa y esté descansado. Estoy ansioso por verlo y escuchar más sobre su asombroso logro. >>